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¿Cuántos de ustedes hubieran imaginado que una actividad criminal o ilegal, con el tiempo y la ayuda de ciertas circunstancias particulares, daría lugar a una de las mayores organizaciones de deportes a motor a nivel mundial?...
Si piensas en esto detenidamente, encontrarás que esta declaración es tanto irónica como sombría, simplemente porque estamos hablando sobre algo que una vez fue prohibido por cierta sociedad y, unas pocas décadas más tarde, se convirtió en algo considerado no solo aceptable, sino rentable, por la misma sociedad...
La gente difícilmente piensa en los dilemas morales en nuestra "sociedad moderna", usualmente argumentan que es un "asunto abstracto" y por lo tanto, no tiene nada que ver con nuestra cotidianidad, pero...
Hubo un tiempo, cuando en el territorio de los Estados Unidos de América fue prohibida la venta, producción, importación y transporte de bebidas alcohólicas y este veto fue tan serio, que una enmienda constitucional (la decimoctava), fue aprobada por el senado y congreso de este país.
Sucedió entre 1920 y 1933, el mundo estaba apenas asimilando los estragos de la I Guerra Mundial y había un cierto consenso en que la sociedad de la posguerra necesitaba más temperancia así que, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas fue visto como un obstáculo en ese sentido.
Esta prohibición, no obstante, tuvo un efecto no deseado, ya que fue usada por varias organizaciones criminales (gángsteres), como una plataforma para construir una logística siniestra de producción y distribución de bebidas ilegales, dándoles jugosos dividendos y el poder para crear un imperio sanguinario.
Gran parte de esta logística de distribución de licor, fue dejada en manos de conductores temerarios que usaban autos pequeños y rápidos, especialmente modificados para el contrabando de licores, con el fin de evadir la persecución policíaca.
Dado que la prioridad de estos vehículos era correr más rápido que las patrullas de policía, transportando su costosa e ilegal carga desde las destilerías clandestinas localizadas en la región de los Apalaches, hasta los diferentes expendedores en toda la nación; las condiciones de seguridad para la vida e integridad física de los pilotos eran precarias...
En serio, no puedo evitar recordar las similitudes con las condiciones actuales del negocio del narcotráfico y toda la problemática involucrada en este síntoma (uno entre muchos) de la degradación de nuestra sociedad...
De alguna forma, estos osados conductores, trabajando para los líderes de la infraestructura criminal creada por los gángsteres, fueron una especie de inspiración para la gente joven que, por esa época, quería quemar adrenalina en las famosas y clandestinas carreras de coches, una actividad que fue y es ilegal todavía.
Mucho tiempo después de la época de la prohibición, la fiebre por las carreras de carros modificados estaba aún intacta y en las regiones sureñas de los Estados Unidos (lugares como Daytona Beach, por ejemplo), llegaron a ser populares estas competencias, principalmente para la población rural pero, poco a poco, fueron atrayendo la atención de corredores y promotores quienes, liderados por William France Sr., crearon lo que conocemos actualmente como la Asociación Nacional de Carreras de Autos de Producción (NASCAR, por sus siglas en inglés), un proceso que tomó alrededor de dos años (1947-1948)...
Noten que no estoy estableciendo un vínculo directo entre el contrabando de bebidas alcohólicas y el negocio de las carreras de autos; sin embargo, sería poco realista negar una serie de "incómodas" conexiones entre estas dos actividades y no puedo evitar preguntar: ¿qué ha cambiado?...
El consumo excesivo de licor es todavía un problema social, porque la moderación y las sanas costumbres son mal vistas por esta cultura libertina, pero la industria de las bebidas alcohólicas ahora es legal; obviamente, con una larga lista de requisitos que cumplir e impuestos que pagar, pero es una actividad muy rentable y está patrocinando fuertemente muchas competencias relacionadas con los deportes a motor así que, júzgalo tú...
Sí, esta no es definitivamente la reseña "clasica" de coches, pero yo no soy el "clásico" coleccionista tampoco y me encanta dar contexto a los artículos en mi colección, porque es mi manera de mostrar que esta afición es cualquier cosa menos una niñería =PPPPP...
Esta vez, traje un par de bellezas hechas por una marca que ha estado creciendo en mis afectos: Racing Champions; a pesar del hecho que, como ya mencioné en publicaciones anteriores, el merchandising de NASCAR no me atrae demasiado.
Pertenecen a la Serie Press Pass, una extensa línea de réplicas en diecast, conmemorando el 10° Aniversario de Racing Champions (1989-1999), también producida en 1998 para conmemorar el 50° Aniversario de la NASCAR (1948-1998).
Siendo una línea conmemorativa, está cargada con muchas características que realmente aprecio, las cuales como podrías esperar, inclinaron la balanza en mi decisión de compra.
Esta es una edición limitada de 19.999 unidades de cada modelo, a nivel mundial y cada réplica en diecast está numerada en el chasis; los modelos venían dentro de una tarjeta grande y gruesa, impresa a todo color en el frente y a tres tintas en la parte posterior.
Presentan construcción completa en diecast (carrocería y chasis), pensé que era similar a la de mis modelos anteriores RC, publicados aquí y aquí, pero el chasis en este caso fue hecho en diecast pintado en gris, en vez de plástico gris.
También tienen la respectiva decoración de carreras, muy fiel a los carros reales, con un color de base y un conjunto de intrincadas calcomanías; el primero corresponde al Auto de Producción para Carreras Chevrolet Monte Carlo de 1998 conducido por Wally Dallenbach, No. 25, donde el patrocinador principal es Hendrick Motorsports (similar a este) y el segundo al Auto de Producción para Carreras Chevrolet Monte Carlo de 1998 conducido por Joe Nemecheck, No. 42, donde el patrocinador principal es Bell South -actualmente AT&T- (similar a este).
El trabajo en los interiores es bastante detallado, muy realista e incluye la jaula de seguridad, el primero en rojo y el segundo en gris; ambos tienen apertura de capó con motor detallado; las ventanas son transparentes y recibieron tampos negros.
Las ruedas son multiparte con rimes de competición negros, complementados por una línea de borde en rojo metalizado y llantas lisas en caucho real con tampos Eagle Goodyear amarillos.
El bonus en ambos casos, es una fabulosa base de exhibición en plástico negro, que incluye una mini-cartelera presentando una tarjeta de colección especial con un frente holográfico a todo color (que cambia dependiendo del ángulo de visión, mostrando ya sea la foto del piloto o la del coche real), una parte trasera a todo color, con unas pocas estadísticas y fueron hechos en China...
Esd 1:1-3 "En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la Palabra de JEHOVÁ por boca de Jeremías, despertó JEHOVÁ el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo: Así ha dicho Ciro rey de Persia: JEHOVÁ el DIOS de los Cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea DIOS con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a JEHOVÁ DIOS de Israel (Él es el DIOS), la cual está en Jerusalén."
ENGLISH
How many of you would have imagined that an illegal or criminal activity, over time and the help of certain particular circumstances, would lead to one of the largest motorsports organization worldwide?...
If you think about it carefully, you will find this declaration both ironic as sombre, just because we are talking about something that once was forbidden by certain society and, a few decades later, became something considered not only acceptable, but profitable, by the same society...
People hardly think in moral dilemmas in our "modern society", they usually argue that is an "abstract affair" and hence, it has nothing to do with our everydayness, but...
There was a time, when in the territory of the United States of America it was banned the sale, production, importation and transportation of alcoholic beverages and this veto was so serious, that a constitutional amendment (the eighteenth), was approved by the senate and congress of this country.
It happened between 1920 and 1933, the world was barely assimilating the ravages of the World War I and there was a certain consensus that the postwar society needed more temperance so, the excessive consumption of alcoholic beverages was seen as an obstacle in that sense.
This prohibition, nonetheless, had an unintended effect, since it was used by several criminal organizations (gangsters), as a platform to build a sinister logistic of production and distribution of illegal beverages, giving them juicy dividends and the power to create a bloody empire.
Much of the logistics in the distribution of liqueur, was left in the hands of risky drivers who used small and fast cars, specially modified for the bootlegging, in order to evade the police pursuit.
Given that the priority of these vehicles was to run faster than the police patrols, transporting their expensive and illegal cargo from the clandestine distillers placed in the Appalachian region, to the different dealers nationwide; the safety conditions for the life and physical integrity of the pilots were precarious...
Seriously, I can’t help but remember the similarities with the current conditions of the drug trafficking business and all the problematic involved in this symptom (one among many) of the degradation of our society...
Somehow these daring drivers, working for leaders of the criminal infrastructure created by the gangsters, were a sort of inspiration for young people who, by that time, wanted to burn adrenaline in the famous and underground car racing, an activity that was and is still illegal.
Long after the time of the prohibition, the fever for the racing of modified cars was still intact and in the southern regions of the United States (places like Daytona Beach, for instance), these competitions became popular, mainly for the rural population but, little by little, these were drawing the attention of racers and promoters who, led by William France, Sr. created what we currently know as the National Association for Stock Car Auto Racing (NASCAR), a process that took about two years (1947-1948)...
Do notice that I’m not establishing a direct link between the smuggling of alcoholic beverages and the business of car racing; however, it would be unrealistic to deny a series of "uncomfortable" connections between these two activities and I can’t help but ask: what has changed?...
The excessive consumption of liqueur is still a social issue, because the moderation and healty habits are frowned upon by this libertine culture, but the industry of alcoholic beverages is now legal; obviously, with a long list of requirements to fulfill and taxes to pay, but it’s a very profitable activity and is sponsoring strongly many competitions related with the motorsports so, you judge it...
Yeah, this is definitely not the "classical" car review, but I’m not the "classical" collector either and I love to give context to the items in my collection, because is my way to show that this hobby is anything but a childishness =PPPPP...
This time, I brought a pair of beauties made by a brand that has been growing in my affections: Racing Champions; despite the fact that, as I already mentioned in previous publications, the NASCAR merchandising doesn’t attract me too much.
They belong to the Press Pass Series, an extensive line of diecast replicas, commemorating the 10th Anniversary of Racing Champions (1989-1999), also produced in 1998 to commemorate the 50th Anniversary of NASCAR (1948-1998).
Being a commemorative line, it’s loaded with many valuable features that I really appreciate, which as you might expect, tipped the scales in my purchase decision.
This is a limited edition of 19,999 units of each model, worldwide and each diecast replica is numbered on the chassis; the models came inside a big and thick card, printed in full color on the front and three inks on the back.
They feature full diecast construction (body and chassis), I thought it was similar to that of my previous RC models, published here and here, but the chassis in this case was made in diecast painted in gray, instead of grey plastic.
They also have the respective racing livery, very faithful to the actual cars, with a base color and a set of intricate decals; the first corresponds to the 1998 Chevrolet Monte Carlo Stock Race Car driven by Wally Dallenbach, No. 25, where the main sponsor is Hendrick Motorsports (similar to this one) and the second to the 1998 Chevrolet Monte Carlo Stock Race Car driven by Joe Nemecheck, No. 42, where the main sponsor is Bell South -currently AT&T- (similar to this one).
The work on the interiors is fairly detailed, very realistic and includes the safety cage, the first one in red and the second one in gray; they both have openable hood with detailed engine; the windows are clear and received black tampos.
The wheels are multipart with black competition rims, complemented by an edge line in metallic red and real rubber slick tires with yellow Eagle Goodyear tampos.
The bonus in both cases, is a fabulous display base in black plastic, which includes a mini-billboard featuring a special trading card with a full color holographic front (that changes depending on the viewing angle, showing either the picture of the pilot or the picture of the actual car), a full color back, with a few statistics and they were made in China...
Ezr 1:1-3 "Now in the first year of Cyrus king of Persia, that the Word of the LORD by the mouth of Jeremiah might be fulfilled, the LORD stirred up the spirit of Cyrus king of Persia, that he made a proclamation throughout all his kingdom, and put it also in writing, saying: thus saith Cyrus king of Persia, The LORD GOD of Heaven hath given me all the kingdoms of the earth; and HE hath charged me to build HIM a house at Jerusalem, which is in Judah. Who is there among you of all His people? his GOD be with him, and let him go up to Jerusalem, which is in Judah, and build the house of the LORD GOD of Israel, (HE is the GOD,) which is in Jerusalem."
4 comments:
Love the sport cars with decals.
HEHE, this kind of scale replicas are the "delirium" of certain collectors out there and certainly they have their share of charm for me... great to know that these models draw your attention, pal... they complement very well my collection and add more variety, which is something important for me !!!... =D
There's always a vice or evil in all. The more we are depraved, the more we craved for the forbidden fruit. Just like the law says "No Speeding" and yet Motorsport is a trend and high performance cars kept introducing. NASCAR sure has a long history. Awesome full diecast, neat paint and lots of decals.
that’s my point, pal... the moral dilemmas are something pretty real, we deal with them everyday and yet, people tend to take this as an abstract matter, absurd !!!... our hobby is not exempt from such dilemmas either... there is a background behind what we collect and is not always something nice; however, few collectors think over this subject... is good to bring back some sense on what we do...
on the other hand, these models were a great addition to my racing cars sub-collection... Racing Champions (Action Racing) really nailed it, they did a work so good, that a not-NASCAR-fan was actually seduced, LOL !!!... =D
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